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20 Oct Que no decaiga la ilusión que nos une
Queridos socios:
El viernes 13 de marzo, con la mochila todavía llena de proyectos y rabiosa actividad, compartíamos una extraña sobremesa en el restaurante Al Socaire de la Casa de Cantabria, sin atisbar siquiera que ese día comenzaba un confinamiento severo que duraría casi tres meses.
Desconcertados, perplejos y con bastante temor a aquello desconocido que nos invadía, echamos el cierre a la Casa sin saber cuándo nos volveríamos a encontrar con su cálido regazo.
Han pasado muchas cosas en todo este tiempo, hemos perdido a personas únicas e imprescindibles para nosotros, y hemos llorado amargamente su sufrimiento y el de sus familias.
Este maldito virus ha segado vidas y ha sembrado el miedo, cebándose principalmente en los más vulnerables de los nuestros, en los que en definitiva descansa el mérito del presente que habitamos: los mayores.
En este interminable periodo, algunos de los valientes que tenemos en nuestras filas han seguido creando ideas para paliar el desierto triste y surrealista del confinamiento
Desde el restaurante Toñi ha seguido ofreciendo un servicio a los socios y amigos para que se notara menos la ansiedad del encierro, mientras otros valientes esperaban el inquietante, y dulce a la vez, momento del regreso.
Hemos echado de menos a los amigos de CEOMA e IBM, a Paquito y Esperanza de la Federación de Bolos, a los cineastas y abogados de la tercera planta, a Ramón al frente del Coro, a nuestros queridos Foramontanos, a los chicos de Anjana, a las señoras de la canasta, a las pintoras y pintores, a los antropólogos de los jueves, nuestros conciertos y exposiciones, la elegancia diaria de Conchi saliendo y entrando de la oficina del gobierno, las voces inconfundibles y gratas de Teresa y Jesús en el desempeño indispensable y eficaz de su trabajo, la simpatía y afabilidad de Pilar cada sábado… en fin, todo el bullicio y el trajín que conforman un hogar mágico y acogedor.
Sin restar un ápice de dolor por los que ya no están, nos disponemos a arrancar de nuevo con fuerza y tesón, desplegando sin duda todos los medios de que disponemos para seguir siendo felices entre estos muros, para asumir nuevos retos y para que no decaiga la ilusión que nos une, cualquiera que sean nuestras opiniones e ideas, con Cantabria como horizonte y seña de identidad.
Ahora, más que nunca, desde el cariño, la gratitud y la esperanza
¡OS ESPERAMOS EN VUESTRA CASA ¡
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