Historia de la casa

Un grupo de montañeses residentes en la capital de España decidió fundar una entidad cultural con el objeto de relacionarse y fomentar el conocimiento de nuestra región en Madrid, tal vez ni el más optimista llegara a soñar que iba convertirse en lo que es hoy. La Asamblea constitutiva de la asociación se celebró en el salón de actos de la Federación de Autoescuelas de Madrid. Quince años antes había desaparecido El Hogar Montañés, cuyo último director fue el catedrático Ciriaco Pérez Bustamante, que estaba situado en la histórica calle del Príncipe. Desde entonces, noviembre de 1981, la amplia colonia cántabra (se dice, con fundamento, que Madrid es la tercera población de Cantabria, después de Santander y Torrelavega) que no disponía de un lugar de reunión.

La primera Comisión Gestora de la Casa estuvo formada por Eduardo R. Rovira, Marcelino Uriarte, Carmen Ruiz Ballesteros, Belén Gento López, Alberto Gutiérrez Colomer, Diego Mateo del Peral, Rufo Arroyo, Ramón Arroyo, Manuel Recio Gutiérrez, Antonio Zúñiga Pérez del Molino y Raúl Cuervo Rodríguez.

El día 13 de noviembre de 1981 se constituía en Madrid la Asociación Casa de Cantabria en Madrid con domicilio en la calle Pez Austral, núnero 12, formándose una primera Comisión Gestora que estaba integrada por Eduardo Rodríguez Rovira y un grupo de montañeses.

Nuestra Asociación era la única que carecía de Sede Social en la capital de España, habiendo tenido que alquilar unos despachos en la calle Claudio Coello, número 50.

A la iniciativa fundacional se sumaron enseguida 400 cántabros, con los que se arrancó la nueva trayectoria de la Casa de Cantabria que, se presentó oficialmente en las instalaciones de Mayte Commodore en un acto multitudinario.

El 12 de noviembre de 1982 se inauguraba la Sede Social de la Torre de Madrid. Se trataba de un local de 300 metros cuadrados agradablemente decorado y con estupendas vistas sobre Madrid, pero que era incapaz de satisfacer todas las necesidades actuales de la Casa de Cantabria que contaba con más de 1.000 socios cotizantes efectivos y que era una de las Asociaciones más dinámicas de la capital en el terreno cultural y social. Durante diez años la Casa de Cantabria tuvo su sede en tan singular mirador y allí creció, se consolidó, se dio a conocer y fue una referencia no sólo para los cántabros que viven en Madrid sino para cuantos se desplazaban a la capital de España.

Desde su nacimiento ha sido un foro para historiadores, artistas, literatos y políticos, abriendo sus puertas a cuantos han querido acudir.

Diez años más tarde y por iniciativa de la entonces Junta Directiva y de D. José Luís Montes Toyos, sacerdote y socio fundador fue el auténtico artífice que nos permitió conseguir el solar, donde hemos construido el edificio. Su buen hacer ante el Arzobispado de Madrid, resultó imprescindible para dar el gran paso. La construcción de un singular edificio en la calle Pío Baroja fue trascendental. Sus instalaciones, magníficas, acogen ciclos de conferencias, presentaciones de libros, talleres, exposiciones y un etcétera tan largo como lo sean los intereses de la comunidad cántabra en cada momento. En tan extraordinaria sede se celebró en 2002, como la ocasión lo merecía, el vigésimo aniversario que contó con la presencia de las primeras autoridades de Cantabria, y de Madrid.

El arquitecto cántabro, D. Carlos de Riaño, en estrecho trabajo con la empresa COMPSA y la Comisión del proyecto “Cantabria en Madrid”, acometen la construcción de la Casa, siendo presidente, D. Fernando Pérez Mínguez.

La Sede de la calle Pío Baroja, un notable edificio de estilo montañés, acogió también las oficinas del Gobierno de Cantabria en Madrid. Por ambas razones, la Casa se convirtió en una auténtica embajada de la región en la capital del Reino, aunque no sólo eso: también en una referencia cultural y social.

La actividad que desarrolla la Casa de Cantabria es, ciertamente, digna de destacar. Cantabria, en fin, cuenta en la capital de España con una representación realmente espléndida que llama poderosamente la atención. Mención especial merece la concesión anual de los «Emboques de Oro» y Socios de Honor, un galardón cada año más reconocido y apreciado por cuantos lo reciben y que premia a los cántabros que triunfan fuera de su tierra. La lista, iniciada en 1982, es realmente impresionante. La Casa, además, cuenta con una bolera situada junto al centro.

Madrid se convierte – esa es su razón de ser y su voluntad – en lugar de encuentro, nexo de unión para los casi 25.000 cántabros que residen en la capital de España, primera embajada y plataforma promocional para los intereses de Cantabria en el sentido más amplio de la palabra. Un mensaje que quieren que llegue a instituciones, empresarios, ayuntamientos, colectivos sociales, artistas y cuantos, en definitiva, tengan algo que decir.

En la actualidad la Asociación cuenta con aproximadamente medio millar de socios de número, además de otras Asociaciones, Instituciones y Ayuntamientos de Cantabria.

Los presidentes de la Casa de Cantabria han sido:

  • Eduardo Rodríguez Rovira (1981 – 1988),
  • Rafael Gutiérrez Colomer (1988-1989),
  • Fernando Pérez Mínguez (1989-1996),
  • Alfonso Osorio García (1996-1997),
  • Mª. Del Pilar Pezzi Goytre (1997- 2006),
  • Carlos Paniagua Gallart (2006-2012),
  • Rafael de Ramón (2012-2015) .
    y, en la actualidad, José Manuel Conde